El ojo funciona como una cámara. Tiene dos partes, una lente y una película. La capa de película recubre la pared posterior de los ojos y se llama retina. Tiene arterias que le proporcionan flujo sanguíneo y venas que drenan la sangre. Hay un área de la retina responsable de la visión central llamada mácula. La retinopatía diabética proliferativa se caracteriza por el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos anormales. Estos vasos anormales causan dos problemas: tejido cicatricial y sangrado.
Los vasos anormales crean tejido cicatricial con el tiempo que puede tirar firmemente de la mácula. En su caso, hay algunos tirones en la mácula, pero no lo suficiente como para requerir cirugía.
Los vasos sanguíneos anormales pueden romperse espontáneamente llenando el interior del ojo con sangre. Esto ocurre como un espectro desde una cantidad muy pequeña de sangre percibida como unas pocas manchas negras en la visión hasta una gran cantidad de sangre que oscurece por completo la visión.
Esta condición ocurre debido al flujo sanguíneo deficiente a la retina. Las áreas con menor flujo sanguíneo son las partes de la retina responsables de la visión periférica lejana. Crean una hormona que estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos.
Podemos tratar estas áreas con un procedimiento llamado fotocoagulación panretiniana, PRP abreviado.
El PRP es un procedimiento en el consultorio donde las áreas de la retina responsables de la visión periférica son láser. Esto disminuye la secreción de la hormona responsable de los nuevos vasos sanguíneos anormales y hace que desaparezcan durante un período de meses a años. Los pacientes pueden necesitar más de 1 tratamiento para que los nuevos vasos sanguíneos desaparezcan. No se requiere parche o protector para los ojos después del procedimiento y los pacientes generalmente pueden regresar al trabajo al día siguiente.
Consulte mi información sobre este procedimiento si desea obtener más información.
El riesgo de realizar este procedimiento es que causará una disminución en la visión periférica. En mi experiencia, los pacientes no notan un cambio. Sin embargo, sabemos por ensayos clínicos que esta afección causa una disminución en la visión periférica, pero no lo suficiente como para que se note.
El láser también aumentará la cantidad de tiempo que les toma a las personas adaptarse para pasar de un entorno claro a uno oscuro. Sin embargo, este cambio también es leve o imperceptible para la mayoría de las personas.
También existe un pequeño riesgo de que el láser pueda hacer que los nuevos vasos sanguíneos anormales desaparezcan, formando más tejido cicatricial y tirando más firmemente del área de visión central. Su especialista en cuidado ocular sopesó los riesgos y beneficios antes de recomendar este procedimiento, y cree que los beneficios superan a los riesgos.
La alternativa a la terapia con láser son las inyecciones intravítreas.
¿Qué pueden hacer los pacientes para disminuir su riesgo de empeoramiento de la enfermedad ocular diabética?
Aquí están los objetivos desde la perspectiva de un oftalmólogo:
Mantenga una hemoglobina A1C de 7 o menos. Este es un azúcar en la sangre promedio de 154.
Mantener una presión arterial de 140/90 o menos
Es importante saber que esta afección no desaparecerá con un mejor control del azúcar en la sangre. Esta condición es el resultado de años de control de azúcar en sangre subóptimo.
¿Qué deben tener en cuenta los pacientes entre visitas?
El nuevo inicio del empeoramiento de la visión borrosa puede ser un signo de aumento de la inflamación en la retina. Les pedimos a los pacientes que se comuniquen con su especialista en atención ocular si notan un empeoramiento de la visión, ya que esto puede ser una señal de que el tratamiento es necesario antes de las próximas visitas programadas.
La aparición de muchos flotadores nuevos o disminución de la visión puede ser un signo de un nuevo sangrado. Esto es tratable pero requiere que se comunique con su especialista en cuidado de la vista.
¿Por qué es importante hacer un seguimiento con su especialista en cuidado de la vista?
La inflamación no tratada en la retina puede causar pérdida de visión permanente si está presente durante semanas o meses sin tratamiento.
Los nuevos vasos sanguíneos anormales pueden sangrar y disminuir temporalmente la visión. Su especialista en cuidado ocular puede detectarlos en la etapa inicial e iniciar el tratamiento para disminuir el riesgo de pérdida de visión.
Es muy importante hacer un seguimiento con su especialista en cuidado ocular según lo recomendado. Los retrasos en el tratamiento pueden provocar una pérdida visual permanente.
Espero que hayas encontrado útil esta información.