El ojo funciona como una cámara. Tiene dos partes, una lente y una película. La capa de película recubre la pared posterior de los ojos y se llama retina. Tiene arterias que le proporcionan flujo sanguíneo y venas que drenan la sangre. Los cambios diabéticos se caracterizan por la extracción de vasos sanguíneos normales llamados microaneurismas y pequeñas áreas de sangrado dentro de la retina llamadas hemorragias de transferencia de puntos
Los pacientes con retinopatía diabética leve tienen solo unos pocos microaneurismas que no están causando ningún cambio visual. Por lo tanto, no se requiere tratamiento en este momento.
¿Qué pueden hacer los pacientes para disminuir su riesgo de que la enfermedad ocular diabética empeore y requiera tratamiento?
Aquí están los objetivos desde la perspectiva de un oftalmólogo:
Mantenga una hemoglobina A1C de 7 o menos. Este es un azúcar en la sangre promedio de 154.
Mantener una presión arterial de 140/90 o menos
Sus otros profesionales de la salud serán los que administrarán el azúcar en la sangre, la presión arterial y recomendarán objetivos adicionales.
Muchas personas en esta etapa se preguntan por qué necesitan ver a su especialista en cuidado de la vista cada 6-9 meses para esta afección.
La razón es porque la condición puede progresar de una retinopatía diabética leve a otros tipos que requieren tratamiento. Es muy poco frecuente que esta afección progrese de una etapa moderada a una etapa más avanzada en 6-9 meses. Sin embargo, si su médico nota un empeoramiento en la próxima visita, acortarán la distancia entre las visitas de seguimiento. Esto le permite a usted y a su médico estar al tanto de cualquier cambio e iniciar el tratamiento si es necesario. En general, el tratamiento temprano de la enfermedad ocular diabética puede revertir los cambios diabéticos y restaurar la visión por completo.
Casi todos los pacientes que continúan el seguimiento con sus especialistas en cuidado de la vista según lo recomendado continuarán viendo bien durante su vida.