El ojo funciona como una cámara. Tiene dos partes, una lente y una película. La capa de película recubre la pared posterior de los ojos y se llama retina. Tiene arterias que le proporcionan flujo sanguíneo y venas que drenan la sangre. Los cambios diabéticos se caracterizan por vasos sanguíneos con fugas anormales. Esto puede permitir que el líquido se acumule en la retina y disminuya la calidad de la visión.
Afortunadamente, esta condición es muy tratable. La persona promedio experimenta una mejora de 2 líneas en su visión dentro de los primeros tres meses de terapia.
El tratamiento más eficaz para esta afección se administra con un procedimiento llamado inyección intravítrea.
Durante este procedimiento, se inyecta un medicamento en el ojo que hace que los vasos sanguíneos pierdan menos y disminuya la acumulación de líquido.
El medicamento se inyecta todos los meses hasta que el líquido acumulado se haya resuelto. La mayoría de los pacientes notarán una mejora significativa en la visión después de 3 tratamientos. El paciente típico requerirá 10 inyecciones durante los primeros 12 meses de terapia y 8 inyecciones durante el segundo año de terapia. El número de inyecciones continúa disminuyendo a medida que pasa el tiempo.
Hay algunos pacientes que no tienen una respuesta adecuada a la medicación inicial. Si esto ocurriera, existen otros medicamentos disponibles que suelen ser bastante efectivos.
Las alternativas a una inyección intravítrea son ningún tratamiento o un procedimiento con láser en el consultorio. No se recomienda el uso de láser en el consultorio para pacientes con esta afección en particular.
El principal riesgo del procedimiento es el desarrollo de una infección llamada endoftalmitis. Afortunadamente, el riesgo de esta infección es muy bajo y ocurre en aproximadamente 1 de cada 3000 inyecciones. Los pacientes pueden disminuir su riesgo de desarrollar una infección si evitan frotarse, tocarse los ojos o dejar que entre agua en los ojos durante al menos una semana.
La mayoría de los pacientes que se someten a este tratamiento notan una mejora significativa en su visión y se sorprenden de que la inyección se pueda administrar con una incomodidad mínima.
¿A qué deben estar atentos los pacientes?
La nueva aparición de un empeoramiento de la visión borrosa puede ser un signo de aumento de la hinchazón de la mácula. Les pedimos a los pacientes que se comuniquen con su especialista en atención oftalmológica si notan un empeoramiento de la visión, ya que esto puede ser una señal de que se necesita tratamiento antes de las próximas visitas programadas.
La aparición de muchas nuevas moscas volantes o la disminución de la visión puede ser un signo de sangrado nuevo. Esto es tratable pero requiere que se comunique con su oftalmólogo.
¿Por qué es importante hacer un seguimiento con su oftalmólogo?
La inflamación de la mácula no tratada puede causar pérdida permanente de la visión si está presente durante semanas o meses sin tratamiento.
Los vasos sanguíneos nuevos anormales pueden regresar después del tratamiento. Pueden sangrar y disminuir temporalmente la visión. Su oftalmólogo puede detectarlos en una etapa temprana e iniciar el tratamiento para disminuir el riesgo de pérdida de la visión.
El tratamiento en el intervalo de tiempo correcto ayuda a maximizar la visión.
Comuníquese con sus especialistas en atención oftalmológica si tiene preguntas o inquietudes adicionales.
Esta condición aumenta ligeramente el riesgo de una condición poco común llamada desprendimiento de retina. El riesgo de un desprendimiento de retina es extremadamente bajo (alrededor del 1% durante un período de 10 años).
Su especialista en cuidado de la vista no recomienda ningún tratamiento preventivo en este momento. Sin embargo, se requiere un seguimiento regular para controlar los cambios que requieren tratamiento con un procedimiento láser seguro en el consultorio. La mayoría de los pacientes nunca requieren tratamiento o desarrollan un desprendimiento de retina.
¿Cuáles son los signos de un problema que requiere una evaluación urgente por parte de su especialista en cuidado de la vista?
La aparición repentina de muchos puntos negros nuevos en la visión o luces intermitentes blancas en forma de arco en la visión periférica pueden ser un signo de una rotura retiniana que requiere tratamiento. Los pacientes que ven una cortina negra que obstruye su visión pueden estar experimentando un desprendimiento de retina. Estos síntomas requieren que los pacientes se comuniquen con su especialista en cuidado ocular para determinar si se necesita una evaluación y tratamiento urgentes.
La mayoría de los pacientes con degeneración reticular nunca desarrollan un desgarro o desprendimiento de retina.
Comuníquese con su especialista de atención ocular si tiene preguntas o inquietudes adicionales.